"¿Cómo conseguían los antiguos navegantes guiar sus embarcaciones por los cuerpos celestes? Los puntos por donde salía y se ponía el Sol señalaban el este y el oeste, respectivamente. Al alba, observaban cuánto había variado de posición el astro rey comparándolo con las estrellas a punto de ocultarse. De noche tomaban como referencia la Estrella Polar (o Estrella del Norte), que a la hora del crepúsculo parece estar situada directamente sobre el polo Norte. Y la Cruz del Sur, constelación ubicada en el extremo opuesto, les ayudaba a localizar el polo Sur. De este modo, en las noches despejadas podían establecer su rumbo en cualquier mar si disponían al menos de una referencia en el firmamento.
Pero estos no eran los únicos indicadores celestes. Para los polinesios y otros navegantes del Pacífico, por mencionar algunos, los cielos nocturnos eran tan fáciles de leer como un mapa de carreteras. Una de sus técnicas consistía en trazar su trayectoria hacia una estrella cuya salida o puesta tuviera lugar en dirección a su destino. A lo largo de la noche examinaban también la alineación de otros astros para corroborar el rumbo. Si lo perdían, los cielos les indicaban cómo recuperarlo.
¿Era fiable este método? En una época en que los marineros europeos se aferraban a la orilla por miedo a precipitarse por los extremos de una Tierra plana, hay indicios de que los navegantes del Pacífico realizaban largos viajes transoceánicos entre islas relativamente pequeñas. Así, hace más de mil quinientos años, los polinesios partieron de las islas Marquesas y se dirigieron hacia el norte a través de la inmensidad del Pacífico. Cuando pusieron pie en Hawai, habían recorrido 3.700 kilómetros. Además, las tradiciones isleñas hablan de antiguas travesías polinesias entre Hawai y Tahití. Aunque algunos historiadores tachen estos relatos de legendarios, en fechas recientes se ha conseguido repetir su hazaña sin instrumento alguno, orientándose únicamente por las estrellas, el oleaje y otros fenómenos naturales. "
Pero estos no eran los únicos indicadores celestes. Para los polinesios y otros navegantes del Pacífico, por mencionar algunos, los cielos nocturnos eran tan fáciles de leer como un mapa de carreteras. Una de sus técnicas consistía en trazar su trayectoria hacia una estrella cuya salida o puesta tuviera lugar en dirección a su destino. A lo largo de la noche examinaban también la alineación de otros astros para corroborar el rumbo. Si lo perdían, los cielos les indicaban cómo recuperarlo.
¿Era fiable este método? En una época en que los marineros europeos se aferraban a la orilla por miedo a precipitarse por los extremos de una Tierra plana, hay indicios de que los navegantes del Pacífico realizaban largos viajes transoceánicos entre islas relativamente pequeñas. Así, hace más de mil quinientos años, los polinesios partieron de las islas Marquesas y se dirigieron hacia el norte a través de la inmensidad del Pacífico. Cuando pusieron pie en Hawai, habían recorrido 3.700 kilómetros. Además, las tradiciones isleñas hablan de antiguas travesías polinesias entre Hawai y Tahití. Aunque algunos historiadores tachen estos relatos de legendarios, en fechas recientes se ha conseguido repetir su hazaña sin instrumento alguno, orientándose únicamente por las estrellas, el oleaje y otros fenómenos naturales. "
Bien, ahora que ya habéis leído el texto podemos empezar a imaginarnos cómo serían las aventuras de aquellos navegantes por los mares y océanos de La Tierra. Seguro que serían apasionantes pero también muy peligrosos.
Os planteo la siguiente actividad para realizar en mesa redonda:
¿Qué diferencias creeis que hay entre los navegantes polinesisos de hace más de 1.500 años y los navegantes actuales?
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